Bienal de Pontevedra

Forma parte de su serie Pintura site, desarrollada desde 2002 por Almudena Fernández Fariña en distintos centros de arte. La intervención consiste en un pavimento ubicado en el patio interior del Edificio Castelao, donde crecen helechos centenarios. La artista usa la flor como símbolo para reflexionar sobre un presente de crisis ecológicas, guerras y un futuro incierto. Se inspira en el filósofo Byung-Chul Han cuando dice que “Dios le ha regalado flores al ser humano para aliviar lo más irrefrenable de la violencia”, con lo que sugiere que la belleza natural puede ser un refugio frente a la agresividad humana. La obra toma como referente la flor hexapétala, representada en el tímpano original de la iglesia de San Martiño, el cual se conserva en el Museo de Pontevedra. Este motivo, con raíces en la tradición pagana, se ha utilizado a lo largo de la historia como símbolo de protección y divinidad. El tímpano de San Martiño, al que hace alusión la obra, muestra en su anverso la imagen de san Martín dentro de una mandorla, sostenida por dos ángeles. En el reverso, se encuentran dos círculos con flores hexapétalas, lo que subraya el simbolismo de la creación, la divinidad y la eternidad. A través de este símbolo, Fernández Fariña establece un vínculo con la historia del lugar e invita a reflexionar sobre la fragilidad humana y la esperanza en tiempos de crisis. La flor hexapétala, presente desde la Edad del Bronce en diferentes civilizaciones, ha sido interpretada de diversas maneras a lo largo de la historia, pero todas la ven como un emblema del sol, la creación y la eternidad. Con su obra, la artista propone una conexión entre el pasado y el presente, en un intento por buscar esperanza y resistencia ante las dificultades actuales.