Luis López y Rafa Domínguez detallan “la bienal más global de la historia”: 60 artistas de 28 nacionalidades para reforzar la ciudad de Pontevedra como epicentro de la cultura

Con el lema “Volver a ser humanos. Ante el dolor de los demás”, la bienal contará con figuras internacionales como Olafur Eliasson, Hans Haacke, Susan Philipsz, Emily Jacir o Antoni Muntadas, junto a nombres gallegos como Almudena Fernández Fariña o Lois Patiño

26/05/2025

Do 21 de xuño ao 30 de setembro, A Arte Volve

El presidente de la Diputación de Pontevedra, Luis López, y el vicepresidente, Rafa Domínguez, acaban de presentar la programación de la Bienal de Arte de Pontevedra, “la más global de la historia”. Entre el 21 de junio y el 30 de septiembre, tras quince años de ausencia, regresa la bienal con su edición número 32, que lleva por lema “Volver a ser humanos. Ante el dolor de los demás” y atraerá a 60 artistas de 28 nacionalidades. La programación, que ya se puede consultar en la web de la bienal, https://bienal.depo.gal, se completará con un ciclo de cine, conferencias, talleres y un programa de artes vivas con el que la bienal llegará a otras cuatro localidades de la provincia. “Va a ser un exitazo”, auguró el mandatario provincial en las Ruinas de San Domingos, donde tuvo lugar una presentación en la que también participaron el comisario de la bienal, Antón Castro, y la artista Almudena Fernández Fariña.

Las Ruinas de San Domingos es uno de los doce puntos de Pontevedra que acogerá las piezas de la bienal. Los espacios centrales de la muestra serán los edificios Castelao y Sarmiento del Museo de Pontevedra y el Pazo da Cultura, junto a lugares emblemáticos de la ciudad, como la iglesia del convento de Santa Clara, la isla de las Esculturas, el puente de Santiago, la Facultad de Bellas Artes, el Café Moderno y las fachadas del Pazo provincial y de la Casa da Luz, además de las sedes de la Fundación RAC y la Fundación Manuel Moldes.

El presidente de la Diputación, Luis López, destacó que “la provincia de Pontevedra es una potencia natural, turística y cultural”, algo que la bienal “va a proyectar a todos los niveles”. En este sentido, López afirmó que su recuperación será una oportunidad para “consolidar la ciudad y la provincia como un foro en el que reflexionar sobre la condición humana”, para afianzar el crecimiento del turismo internacional en As Rías Baixas, “porque muchas personas descubrirán este paraíso y después pasará lo que pasa siempre, quien prueba repite”; y un “revulsivo económico” para la hostelería y el comercio local de toda la provincia.

La descentralización de la programación de la bienal, que por primera vez extiende más allá de las fronteras de la ciudad, con programación en ayuntamientos como Ponteareas, Vigo, Sanxenxo y O Grove en el ciclo de artes vivas, es una de las grandes novedades de esta edición. “Todo lo que hacemos desde que tomamos posesión de gobierno pasa por implicar a toda la provincia. Llevar la programación del ciclo de artes vivas a otros ayuntamientos es un movimiento natural”, explicó el presidente, Luis López, quien hizo hincapié en el municipalismo de la Diputación en otros ámbitos como el deporte, el turismo o la cultura.

Por su parte, el vicepresidente, Rafa Domínguez, remarcó la importancia de este evento para la ciudad y el prestigio de las y los artistas invitados, muchos de ellos con experiencia en bienales tan reconocidas como la de Venecia. “Muchos artistas aceptaron participar en esta bienal por dos razones: la primera, por un tema de tanta actualidad como la guerra; y la segunda, por la recuperación de la bienal más antigua de la península ibérica”, reconoció Domínguez, quien aseguró que “la bienal viene para quedarse”, y confesó que el objetivo de este evento es impregnar de cultura la ciudad y que Pontevedra sea reconocida en el mundo por tener una bienal.

Inauguración

El sábado 21 de junio tendrá lugar la inauguración oficial, y las sedes de la bienal abrirán sus puertas simultáneamente. Un día antes, el francés Patrice Warrener presentará Peregrinacolor, una “iluminación policromada contemplativa” de la fachada de la iglesia de A Virxe Peregrina, acompañada de la música de la DJ gallega Akazie.

El discurso que hila la exposición de sus doce sedes pretende contraponer la oscuridad de la guerra y la luz de la esperanza, empleando el arte para reflexionar sobre los conflictos bélicos del pasado y del presente y para ofrecer propuestas que imaginen futuros esperanzadores. La bienal reúne figuras de renombre internacional, artistas emergentes en muchos casos llegados de países en guerra, y a algunos de los referentes del arte contemporáneo gallego y del español, que abordan temas como la espiritualidad, el amor, la tolerancia, la verdad y la utopía a través de diversos lenguajes: la pintura, la instalación, el vídeo, la fotografía, la escultura y el espectáculo.

Resuenan en la relación de artistas algunos de los nombres más destacados del panorama artístico internacional, como el islandés Olafur Eliasson, la artista sonora Susan Philipsz o Hans Haacke, que colgará del Pazo provincial su mensaje de inclusión a las personas migrantes “Somos (todos) el pueblo”. A otra fachada, la de la Casa da Luz, la palestina Emily Jacir llevará su reflexión sobre el sufrimiento de las víctimas de la ocupación.

A Palestina se dedica un conjunto de obras ubicadas en el Edificio Castelao, presentadas por Raida Adon, Miki Kratsman, Miki Leal, Isabel Rocamora y Rosalind Nashashibi. Otros conflictos actuales también estarán presentes; por ejemplo, la situación del pueblo kurdo desde la mirada personal de Zehra Dogan, el yihadismo en el Sahel a través de las fotografías del maliense Aboubacar Traoré o el conflicto en Ucrania tratado por el cubano Dagoberto Rodríguez, el gallego Gabriel Tizón o los ucranianos Yarema Malashchuk y Roman Khimei, en una pieza de vídeo coproducida en colaboración con la 36.ª Bienal de Artes Gráficas de Liubliana.

Los conflictos bélicos del presente hunden sus raíces en la secuencia que formaron en la primera mitad del siglo xx la Primera y la Segunda Guerra Mundial. A este período se aproxima la producción creada por Antoni Muntadas para la bienal y a su huella en conflictos posteriores, Proyecto Gulag, de Norberto Olmedo, Soldados soviéticos, de Simeón Saiz Ruiz, y las imágenes de la guerra de Bosnia de Gervasio Sánchez.

La fotografía de guerra se trata desde lo contemporáneo, pero también con las fotos que hicieron de la guerra civil española la “primera guerra testimoniada en sentido moderno”, como consideraba la escritora Susan Sontag: se expondrán instantáneas de Robert Capa, Gerda Taro, Agustí Centelles, Kati Horna y fotoperiodistas de aquel momento. El Guernica de Picasso, la obra icónica por excelencia cuando pensamos en arte y guerra, es el punto de partida para las creaciones de Pilar Albarracín y de Fritzia Irizar, que la conecta con los conflictos en Siria, Ucrania y Gaza. Y viajando más atrás en el tiempo llegamos a Los desastres de la guerra, de Goya, con su exploración del sufrimiento humano y de la resistencia contra la violencia que da inicio a la exposición de la 32.ª Bienal de Pontevedra.

Volver a ser humanos

Junto a esta cartografía de la destrucción social y emocional que las guerras han provocado a lo largo de la historia y en la actualidad, otra parte de las propuestas artísticas presentes en esta bienal se atreverán a imaginar futuros posibles para la humanidad, bajo una premisa: la superación de los conflictos pasa por recuperar la empatía. Esta es la finalidad de Máquina para restaurar la empatía, de Eva Koťátková, que la propia artista activará a lo largo del fin de semana inaugural.

También estará presente ese fin de semana de apertura el portugués Carlos Bunga, que mantendrá una conversación con el público el sábado 21. Este artista se inspiró en la resistencia cotidiana y en la utopía presentes en el histórico proyecto de la Ciudad de los Muchachos de Bemposta para crear sus obras para la bienal. En la conexión con el mundo botánico se inspiran los trabajos de las gallegas Almudena Fernández Fariña, Marta Pazos y Beatriz Ruibal y las explosiones transformadas en flores heroicas de Marina Núñez.

El humanismo que apuesta por modificar nuestra relación con el universo y con los seres que nos rodean late en la película Bahari, de Lois Patiño, o en la instalación de Diana Larrea en el puente de Santiago. Y está muy presente en las culturas indígenas de América, que se han quedado al margen de la contemporaneidad y han mantenido una relación con la naturaleza, a la que hoy se vuelven muchas miradas y que estará presente en la bienal con las obras de Denilson Baniwa, Regina José Galindo y Violeta Quispe Jupari. Con una visión diametralmente contraria, el transhumanismo se erige como el intento por trascender nuestras limitaciones biológicas a través de la tecnología. En ese espectro se situarán las piezas de Anna Hulačová y Taisia Korotkova.

Lo natural y lo humano están también unidos en la obra que la pakistaní Wardha Shabbir instalará en la isla de las Esculturas. Junto a ella, otras dos piezas de Soledad Penalta e Idoia Cuesta enriquecerán este espacio de referencia de la escultura contemporánea.

La lista de artistas presentes en la bienal se completa con otros nombres de igual relevancia: Antonio Ballester Moreno, Arvin Golrokh, Carmen Hermo, Christian Villamide, Farida El-Gazzar, Federico Solmi, Francesc Torres, Manal Aldowayan, Manuel Casimiro, Manuel Vilariño, Natee Utarit, Paloma Navares, Priscilla Dobler Dzul, Sandra Cinto, Sophia Al-Maria, Tobias Rehberger, Wang Guangyi, Yasmeen Abdullah y los jóvenes valores Carlos Fer y Andrea Davila Rubio.

Cine, artes vivas y más

La exposición se completa con un amplio programa paralelo con cine, artes vivas y conversaciones con artistas. Este jueves en el jardín del palacete de las Mendoza arranca el ciclo Cine, Arte y Guerra, con seis sesiones que ofrecen miradas poco convencionales sobre los conflictos bélicos. El programa de artes vivas, bajo el comisariado de Iñaki Martínez Antelo, propondrá cada viernes, desde el 27 de junio, un recorrido por espacios singulares de la ciudad y también de Vigo, Ponteareas, Sanxenxo y O Grove, con espectáculos, danza, música y acciones colectivas que nos invitan a pensar qué significa hoy “volver a ser humanos”.

Las conversaciones con artistas participantes se desarrollarán a lo largo de los más de tres meses de exposición. Le permitirán al público acercarse a los contextos, lenguajes y motivaciones que han dado forma a las obras de esta 32.ª edición de la Bienal de Pontevedra que está a punto de arrancar.

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