Bienal de Pontevedra

Este mural creado por Antonio Muntadas para la Bienal de Pontevedra utiliza el cómic Hazañas Bélicas de Boixcar (1948) como base para reflexionar sobre la violencia. Esta serie de viñetas, muy populares en la época, aborda conflictos como la Segunda Guerra Mundial, la guerra civil china, la guerra de Indochina y la guerra de Corea, con una constante presencia del enemigo comunista, en sintonía con la polarización en plena Guerra Fría. En la década de 1950, los cómics, conocidos como "tebeos", eran una de las formas de entretenimiento más accesibles, tan influyentes como el cine y más que la televisión, todavía incipiente, y los relatos de guerra que aparecían en ellos desempeñaron un papel clave en la cultura juvenil. Hazañas Bélicas narra las aventuras de un soldado anónimo que luchaba por alcanzar la paz a través de la guerra, pero, al mismo tiempo, presenta una paradoja: aunque intenta denunciar el conflicto, lo presenta como una solución inevitable. Muntadas se apropia de este cómic para cuestionar cómo los medios construyen la imagen de la violencia y reflexionar sobre la normalización de los conflictos bélicos en la cultura popular.