Bienal de Pontevedra

Manuel Casimiro presenta tres acrílicos sobre reproducciones de Los desastres de la guerra, de Francisco de Goya. Estas intervenciones forman parte de un trabajo más amplio que Casimiro lleva desarrollando desde 1974. Aunque el concepto de la forma ovoidal nació en 1968, esa figura, vacía de contenido, ha evolucionado con el tiempo. En sus inicios, esas formas aparecían sobre fondos neutros, pero con los años han ido invadiendo imágenes de obras maestras conservadas en museos. En este caso, Casimiro ha intervenido sobre Los desastres de la guerra, donde el símbolo ovoidal se convierte en un actor abstracto que forma parte del escenario de horror y sufrimiento humano que dibuja Goya, un escenario que sigue estando presente en la historia de la humanidad. El filósofo Jean-François Lyotard, en una carta que le escribió a Casimiro en 1977, destacaba que lo fascinante de su obra era que no se centraba solo en lo plástico, sino también en lo simbólico y narrativo, ya que esos ovoides funcionaban como estímulos para leer de una forma nueva y diferente la historia que las imágenes cuentan.