Obras

Paloma de la Guerra (2018)

Esta instalación de Pilar Albarracín incorpora una paloma disecada con las alas abiertas y una bala de la guerra civil española en su pico. Establece una relación directa con el simbolismo de la paloma de la paz de Picasso, pero también con la persistencia de la violencia bélica. Esta ave, que tradicionalmente ha representado la esperanza y el renacimiento, se convierte en un emblema de la muerte, al evocar la paradoja de la guerra y el sufrimiento humano. La obra dialoga con el legado de Picasso y su famosa paloma, y revela el equilibrio entre vida y muerte en toda su fragilidad. Las dos piezas de Albarracín, Paloma de la Guerra y El origen de la nada, extienden el legado de Guernica al siglo xxi y muestran la vigencia de la denuncia de la violencia y la continua necesidad de recordar los horrores de la guerra para salvaguardar el derecho a la paz. Ambas piezas de Albarracín fueron un encargo del Museo Picasso de París con motivo de la conmemoración del centenario del bombardeo de Guernica y plantean una reflexión sobre los ataques a población civil que a día de hoy continúan siendo inevitables.

<em>Paloma de la  Guerra</em> (2018)
Paloma de la Guerra (2018)
Volver a ser humanos.
Ante el dolor de los demás