Obras
Mirando inacabable (2025)
En la isla de las Esculturas de Pontevedra, Soledad Penalta presenta una escultura monumental que simboliza lo infinito a través de una sucesión de formas modulares en granito que remiten vagamente a la geometría de aviones de combate, sin necesidad de subrayar su condición violenta. No hay heroicidad aquí, sino una mirada crítica que disloca la épica de la fuerza para hablar, en cambio, de la fragilidad de nuestra especie y de su deriva. La artista plantea un espacio de reflexión sobre la condición humana e invita a considerar el arte como un lenguaje político que cuestiona nuestra existencia, nuestras contradicciones y nuestra relación con el mundo. Refleja el conflicto contemporáneo al mostrar la tensión e inseguridad de nuestra época y la fragilidad ante un futuro incierto. En un presente marcado por la incertidumbre, Mirando inacabable propone una pausa; un tiempo detenido desde el que preguntarse por el lugar del arte en una sociedad atravesada por el vértigo, la desafección y la violencia simbólica. ¿Puede el arte aún interpelar sin caer en la trampa del espectáculo? ¿Puede el silencio de la piedra decir lo que las palabras solas no alcanzan? La obra de Soledad Penalta no busca respuestas, sino una apertura radical, la de lo que no se resuelve, lo que queda en suspenso, como esas preguntas que no necesitan ser contestadas para seguir vibrando en quien se detiene ante ellas.
