Bienal de Pontevedra

Francesc Torres aborda, con su característico tono crítico, la creciente retórica de la extrema derecha ligada a la ideología del anarcocapitalismo. Esta corriente, que defiende un capitalismo sin restricciones y un control del Estado mínimo, se ha convertido en la base de muchos de los discursos que dominan la política contemporánea. La obra de Torres es un ejercicio de subversión visual que utiliza las reproducciones de las pinturas de Frederic Remington, reinterpretadas a través de la mano de copistas chinos, para cuestionar el mito fundacional de Estados Unidos. El artista desvela cómo el anarcocapitalismo, al igual que el colonialismo, se basa en una visión del mundo donde las libertades individuales se defienden a costa de la desposesión y la explotación de las personas más vulnerables. En el centro de la instalación, un revólver Colt, símbolo de la conquista violenta del Oeste, aparece como el objeto clave que, al lado de una copia de Camino de servidumbre de Friedrich Hayek, se erige como el tótem de un pensamiento económico que niega cualquier forma de intervención estatal. Torres revela las contradicciones inherentes a esta ideología y muestra cómo, bajo su apariencia de libertad, se oculta un proyecto de dominación. Esta obra también cuestiona la idea de que un capitalismo sin límites pueda solucionar los problemas sociales, pues eliminar el Estado de bienestar nos arrastrará hacia nuevas formas de dependencia y control.